En una gran primera parte el Atlético se sobrepuso a cacicadas, sanciones y puertas cerradas y superó al PSV con goles de Simao y Maxi. Sin embargo, los rojiblancos salieron dormidos del vestuario y Koevermans acortó distancias al minuto de la reanudación. Los holandeses no metieron mucha presión porque no daban para más, pero los nervios atenazaron a los locales y mantuvieron el suspense hasta el final.
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